Cuando un bebe está a punto de llegar, piensas en que le vas
a regalar, algo que pueda utilizar durante mucho tiempo, que pueda crecer con
él. Una caja de madera, el lugar perfecto para guardar su historia.
Virginia así lo pensó, en ella podría guardar ese chupete
que ya no usa, la pinza del cordón umbilical, la cinta de identificación del
hospital. Hay un sinfín de cosas que con el paso del tiempo abrirá la caja y
recordará esos momentos tan preciosos y que le han hecho tan feliz.
Virginia y su amiga están felices y encantadas por haber compartido esta caja
que siempre estará con ellas y con Pablo, por supuesto.
Yo tengo esa caja en la que he guardado todas esas
pequeñas historias entre mis hijos y yo, que no podré olvidar nunca ¿y tú, la tienes?
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